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Historia :D


Buenas :D


Pués vereis, voy a poner unos capítulos de una historia que acabo de  empezar y que me encantaría que le echaseis un vistazo y le dierais vuestra opinión. Muchas gracias y un beso muy fuerte :D

Me encuentro perdida, todo está muy oscuro. Hasta donde mi mirada alcanza a ver sólo hay niebla,  derepente aparece de la nada un camino, lo sigo. No consigo ver nada más que el suelo. Oigo un sonido detrás de mí, me giro. Nada, tan solo niebla y oscuridad. Decido retomar mi camino. Parece que veo algo, es como una sombra negra, derepente vuelvo a oír el mismo ruido detrás mía, me doy la vuelta para comprobar y , nada. Cuando vuelvo a mirar al frente, para mi sorpresa esa sombra ya no está. Sigo, entonces, doy un paso y no noto el suelo, retrocedo y me caigo hacia atrás, me acerco y consigo distinguir lo que parece un acantilado, ¿Qué demonios estaría haciendo allí? .Detrás mía siento algo, no me da tiempo a girarme, y de repente, noto como  caigo, En un último intento miro hacia arriba, allí estaba la sombra, con lo que parecía un sonrisa dibujada en su cara.


Todo se vuelve oscuro, y, abro los ojos, me encuentro en mi habitación empapada de sudor, todo había sido una pesadilla, aunque demasiado real. Puedo distinguir los rayos de luz que atraviesan la ventana, entonces miro el reloj. Las 7:30. ¡LAS 7: 30 ¡LLEGO TARDE!. Y encima hoy que tengo

Examen. Mierda mierda, mierda me repito a mí misma una y otra vez, Marta eres tonta. Me levanto y a toda prisa abro el armario, me visto con el uniforme del colegio,  un jersey rojo, y una falda azul a cuadros, similar a una falda escocesa, y por último lo que más odiaba de todo, la corbata, nunca me gustó, tuve numerosas discusiones con mi madre sobre ello, hasta llegué a hablar con el director, me tomó por loca. Me dirigí al aseo, y me recogí el pelo en una coleta alta, con un coletero rosa no hacía juego, yo nunca le había dado importancia, nunca había sido de esas chicas a las que les preocupa más su ropa que ellas mismas. Cogí la cartera y bajé abajo. Allí estaba mi madre preparando su mermelada casera de melocotón, me encantaba, era mi comida preferida. Bueno, después de la lasaña, era una fanática, de pequeña me llamaban Garfield, al principio no me hacía ninguna gracia, ni sigue haciéndome. Ya nadie me llama así, bueno excepto mi queridísimo mejor amigo Dani. Le gustaba Chincharme, siempre fue como aquel hermano mayor que nunca tuve. Aunque siempre me ha sabido animar en los momentos más tristes, es el que más me conoce, nos conocemos desde muy pequeños. Mi madre se dio cuenta de mi presencia


-         Buenos días mamá – dije con prisa-

-         Buenos días cariño, tostadas con mermelada ¿No?

-         Hoy no mamá, llego tarde.

Me volvió a mostrar la mermelada, haciendo que su gran aroma llegara hasta mí, haciendo irresistible el deseo de comérmela.

-¿Estás segura

-Vaaaleee, siempre consigues lo que quieres.

En efecto, siempre lo conseguía, daba igual la forma, pero lo conseguía, empezando por la corbata, al final logró convencerme.

Ella esbozó una sonrisa maliciosa.

-         Pero me lo llevaré para el camino.

-         Vale cariño.

Me disponía a salir de la casa cuando mi madre me paró y me dijo.

-         ¿No irás a salir así no?

-         ¿Así? ¿Cómo?

Me indicó con el dedo mis pies.

-¡LOS ZAPATOS!

Corriendo, subí a mi habitación y me los puse, eran unos zapatos cerrados, a las chicas de mi clase les horrorizaban los zapatos que nos obligaban a poner, a mí me daba igual, eran zapatos.

Bajé, le dí un beso a mi madre y fui directa al garaje de la que saqué una bicicleta, que tenía ya unos cuantos años, la llamaba Lory, ya, era raro ponerle un nombre a una bicicleta, pero es que le había cogido mucho cariño, y quería dirigirme a ella como a alguien más de mi familia, Todos se reían de mí por ello, a mí me daba igual. Eché un último vistazo a mi casa, era un chalet, bastante grande, cuando la compramos, bueno yo todavía no había nacido, estaba en ruinas. Yo y mi madre vivimos solas. Mis padres están divorciados, se querían mucho, pero no convivían bien, discutían con mucha frecuencia, yo tenía unos 9 años, siempre me ponía música a todo volumen con  un mp4 que me regaló mi padre. Cuando se divorciaron, fue un alivio, porque me sentía culpable, sabía perfectamente que mis padres seguían juntos por mí, por mi felicidad, sin tener en cuenta la suya, por eso mis padres quisieron llevarme a un sicólogo, por las posibles consecuencias que eso traería. Pero no me pasaba nada, yo siempre fui muy independiente, era una chica fuerte, aunque me dolió que se divorciaran, no lloré, en cambio en mi vida había llorado, siempre me lo aguantaba, era fuerte. Entonces hablé con ellos y les dije que así estarían felices, y yo sería feliz, y hasta hace poco mis padres eran uña y carne, pero tuvieron una pelea fuerte, tanto que mi padre se mudó de la ciudad, a Segovia. (Soy de Benidorm). Todos los veranos voy allí, a verle. Cuando me quise dar cuenta había llegado a mi instituto, era un sitio muy grande, el IES San Pedro de Benidorm. Era bastante grande, era un complejo compuesto de dos edificios de cuatro plantas y un gimnasio enorme, un auditorio y tres pistas de fútbol sala.. Al final, a pesar de mi retraso, el conserje no había cerrado las puertas. Me dirigí a mi clase, 2º B. Era una

Clase un poco problemática, allí estaban todos los “guays” del instituto.

Me tocaba clase de Matemáticas, con la profesora que todos temían, la Señora Durez. Los chicos de mi clase se metían con ella a sus espaldas cambiando la letra z por la x, pero nadie, absolutamente nadie se ha atrevido a revelarle su “mote”.  Allí vi a Dani, del que os hablé antes, allí estaba, Era alto, rubio, ojos azules y con los músculos bien marcados. Vamos, el sueño de toda adolescente, incluida la antipática y pija de Alicia, la reina del instituto.


-    Buenos días gordo- Lo llamaba así porque era muy glotón.

-         Buenos días Garfield.

Le asesté una colleja.

-¡Ay! ¿Es que siempre vas a hacer lo mismo cada vez que te llame así?

- Ahí le has dado.

- Pues menudos años me esperan.

- Con suerte, te atormentaré durante toda la vida, me mudaré a la casa de al lado, trabajaré en lo mismo que trabajes, iré a las tiendas donde tu compres solo para atormentarte.- Dije mientras ponía una voz malévola.

- Si así es, solo me queda una cosa por hacer.

Cogió un bolígrafo e hizo como si se lo clavara varias veces al cuello.

Solté una gran carcajada. Él hizo lo mismo que yo.

-         ¿Qué es eso tan gracioso?

-         Genial, la que faltaba

-         Hola Alicia. – Dijo Dani con indiferencia.

Alicia siempre ha estado detrás de Dani, ella es la chica más popular del colegio. Ha conseguido llegar a los corazones de todo el instituto menos el de Dani. Eso la ponía echa una furia. La mayor parte de su odio hacia mí era porque tenía más confianza Dani conmigo que con ella, estaba celosa. No era mi culpa, era mi mejor amigo. Una vez incluso quiso pedirme que la ayudara a conseguir a Dani. Claramente le dije que no, me estaba utilizando, y no solo eso, se metía conmigo todos los días.

-         ¿Quieres algo?- Dijo él

-         Pues Dani, el domingo después de la semifinal hay una fiesta y ya sabes que estás invitado.

-Vale.

A él siempre le invitaban a las fiestas. Alicia no le caía bien, pero con tal de  ir a una fiesta con sus amigos.

- Marta a ti no te invito porque sé que dirías que sí

- Déjame en paz.

- Jaja ¡Ay! pobrecita he roto sus sentimientos.

- Que me dejes.

- Uh que agresiva.

- ¡Déjala de una vez!- Dijo Dani

- Vale, vale, pero porque me lo has dicho tú.

En ese momento entró la señorita Durez. 

2 comentarios:

  1. Está genial!! espero el próximo con muchas ganas!
    Gracias por pasarte y seguirme yo también te sigo
    besos

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  2. Muchísimas gracias ^^
    Si no pasa nada lo subiré mañana :D
    Te he seguido encantada :D
    Besitos ♥

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